Alemania: La situación de emergencia por COVID-19

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José Mateos, un emigrante español en Alemania nos explica como están pasando la cuarentena en el país germano, de cómo están viviendo estos días difíciles tanto a nivel personal como a nivel profesional.

Explica que las medidas de confinamiento no han sido tan severas en Alemania como en España.

Nos dice que a diferencia de España ellos pueden salir a pasear en familia siempre que mantengan 2 metros de distancia entre personas, también pueden reunirse con amigos, pero una sola persona.


También tienen permiso para hacer deportes, ir al trabajo, al médico o a hacer compras, sin necesidad de entregar un documento a la policía.

En su gremio en que realizan la recogida de basura trabajan más de lo normal, jornadas interminables, es importante para la población no acumular residuos orgánicos como medida de higiene.

Se puede hacer deporte y tomar un poco el aire. Hasta ahora no se ha abordado un confinamiento más severo pues se teme que pudieran dispararse los suicidios y la violencia de género.

En un país ultrasensible por razones históricas a las restricciones de movimiento y de la libertad individual, veremos si este semiencierro funciona.

En Wuppertal hace estos días un sol brillante, el mismo que hemos echado de menos este invierno largo y oscuro. Es una bendición, pero da hasta cargo de conciencia salir a disfrutarlo mientras medio mundo se derrumba.

En la calle, la gente se esquiva. Hay que mantener dos metros de distancia mínimo y obligatorio. Pero puede que tampoco suponga un cambio tan radical en un país acostumbrado a mantener cierta distancia física.

Aquí la gente no se da dos besos cuando se ve, ni “palmotadas” en la espalda. No se amontona en las barras de los bares, ni sale en grandes grupos de marcha. El roce es en general menor y ahora resulta extraño pensar que la falta de estrechez física de serie vaya a tener su recompensa a la hora de salir a la calle.

Nosotros debemos seguir manteniendo la distancia unos de otros, al menos 2 metros. En público, en la compra, en supermercados, correos, farmacias y demás centros comerciales. En los establecimientos solo se podrá estar solo o junto a un familiar.

Aparte de las normas de higiene, esta última se sigue considerando la medida más importante para reducir el riesgo de infectar a otros ciudadanos.

El número de contagios con la COVID-19 sigue en ascenso en Alemania, aunque con signos de ralentización sostenida, mientras la cifra de pacientes recuperados supera a la de infecciones activas.

El cómputo de contagios verificados por el Instituto Robert Koch (RKI) alemán, competente en la materia se sitúa este viernes 17.04.2020 en 123.016 infectados, un aumento de 2.537 casos en un día. La cifra de muertos sube a 2.799, o 200 víctimas mortales en las últimas 24 horas.

La capacidad hospitalaria de Alemania supera con creces a los países que se están viendo más afectados por la pandemia del coronavirus.

El país germano, cuyos laboratorios están haciendo 12.000 pruebas diarias, cuenta con un promedio de una cama por 25.000 habitantes y 34 de UCI por cada 100.000 habitantes, con lo que puede ingresar a 4.000 enfermos al día en la UCI.

Nuestra solidaridad, nuestro sentido común y nuestros corazones están siendo puestos a prueba y espero que superemos esta prueba, dijo la mandataria en una rueda de prensa en Berlín junto con el ministro de Salud, Jens Spahn.

Como emigrante tengo que añadir:

Alemania es un país solidario donde hay muy pocos casos de desahucios donde no cortan la luz ni el agua desde tiempos de la guerra mundial las gentes están acostumbradas a ayudarse mutuamente.

Todos los empadronados tienen un subsidio familiar que se recibe para el cuidado de los hijos, independientemente de los recursos económicos “Kindergeld”, por niño: 200 €/mes.

Ayudas sociales en Alemania, ayudas a la vivienda, ayudas a la formación (para desempleados) ayuda a la búsqueda de trabajo.

Normalmente alrededor de 4.000 niños socialmente desfavorecidos reciben alimentos de forma gratuita y son supervisados, por educadores en estas obras sociales para niños y jóvenes que se financia casi en su totalidad con donaciones.

Los padres, incluidas muchas madres solteras, acuden a menudo “la táfel” banco de alimentos alemán, pero esta crisis cerró las puertas habituales.

Las modificaciones más relevantes por el coronavirus (COVID-19) son:

El requisito de identificación (§ 17) se ha eliminado. Se permiten descansos en bancos con una distancia mínima de 2 metros entre otras personas, así como sentarse en parques y espacios abiertos con una distancia mínima de 5 metros entre grupos. Picnics y barbacoas no están permitidos.

Las personas que lleguen a Alemania desde un país extranjero están obligadas a ir a su residencia inmediatamente después de su llegada y realizar cuarentena doméstica durante 14 días después de su regreso.

Para evitar la concentración de demasiadas personas al mismo tiempo, se pueden establecer restricciones de acceso a parques y zonas verdes, pero de momento siguen abiertos al público.

No se pueden publicar ofertas de alojamiento vacacional.

Las reuniones de más de dos personas siguen prohibidas.

Los comercios no esenciales han de seguir cerrados.

Salir a hacer deporte y paseos destinados a tomar aire fresco, de forma individual, entre miembros que residan en el mismo domicilio, o con una persona adicional, sin ninguna otra formación grupal, siguen permitidos.

Las tintorerías pueden abrir al público al igual que las lavanderías.

Las tiendas en Alemania podrán reabrir desde el próximo 20 de abril, pero solo las de hasta un tamaño de 800 metros cuadrados.

Esto ayudará sobre todo a pequeños empresarios de tiendas o quioscos y cuya existencia económica se vio amenazada tras el cierre.

Las grandes cadenas de almacenes, centros comerciales o tiendas de muebles permanecerán cerradas. Los empresarios han reaccionado de manera distinta.

Desde la cancillería no se ha querido abrir aún espacios atractivos para las multitudes, algo que llevaría a tener los centros de las ciudades llenos.

Finalmente, la distancia de seguridad de dos metros deberá mantenerse.

Independientemente del tamaño de la tienda, las librerías, concesionarios de automóviles y tiendas de bicicletas podrán reabrir.

Durante semanas el sol ha estado brillando en Alemania con temperaturas primaverales. Los virólogos aconsejaron repetidamente que las personas deberían salir al aire libre.

El ciclismo es una excelente manera para hacerlo.

El hecho de que los concesionarios de automóviles ahora también estén reabriendo es, probablemente, debido a la presión de dicha industria.

Debido a la crisis del diésel las ventas ya habían caído antes del coronavirus, y para un país líder en esta industria esa no era una buena noticia. Incluso con la producción paralizada, los autos se podrán vender nuevamente.

La apertura de escuelas será regulada.

Los exámenes de Abitur (examen de fin de estudios alemán) previstos para estas semanas podrán realizarse.

Las escuelas y universidades se reabrirán gradualmente a partir del 4 de mayo. Especialmente los grados que están a punto de graduarse retomarán sus clases.

Esto también se aplica a instituciones de formación laboral. En estas la normativa está regulada por los gobiernos federales que son responsables de temas educativos.

Las bibliotecas de universidades podrán reabrir sus puertas bajo ciertas condiciones. Los exámenes para sus estudiantes se realizarán nuevamente así como la capacitación práctica, por ejemplo en laboratorios, donde se puede proteger a los participantes.

Las peluquerías podrán abrir de nuevo a partir del 4 de mayo. Sin embargo, deben desarrollar ciertos cambios de higiene. Otros negocios con contacto físico, como burdeles, tiendas de masajes y salones de belleza, permanecerán cerrados.

Permanecen abiertos: supermercados, farmacias, ferreterías, estaciones de servicio, lavanderías, bancos, oficinas de correos, quioscos de prensa. Es decir, todo lo que tenga que ver con las necesidades diarias inmediatas.

Los obreros también podrán continuar en actividad. Ellos podrán seguir trabajando en las numerosas obras de construcción del país. La industria de la construcción, como parte importante de la vida económica, no se vio afectada.

Los alemanes deben seguir manteniendo su distancia unos de otros de al menos 2 metros. En público, solo se podrá estar solo, junto a un compañero de piso o con sólo una persona. Aparte de las normas de higiene, esta última se sigue considerando la medida más importante para reducir el riesgo de infectar a los ciudadanos.

La llamada tasa de reproducción es actualmente de alrededor de 1, lo que significa que en promedio una persona solo infecta a otra persona. Si esto sigue así la crisis se considera médicamente manejable.

A diferencia de las escuelas, las guarderías permanecerán cerradas, en parte porque no se puede esperar que los niños más pequeños cumplan las normas de higiene y distancia.

Sin embargo los gobiernos federales han creado alternativas para que médicos o personal de los supermercados reciban atención de emergencia para sus hijos, ellos y otros padres deben continuar trabajando porque sus profesiones son consideradas relevantes para el sistema.

Los bares, pubs y restaurantes aún no podrán reabrir sus locales debido al alto riesgo de infección, la canciller Angela Merkel dijo que aún no era apropiado, sin embargo algunos de ellos ofrecen comida para llevar.

La comida puede ser recogida en la puerta del local o ser entregada a domicilio, además las heladerías pueden seguir abriendo pero sólo si el helado se vende directamente en la acera.

Festivales de cerveza, de música u otros grandes eventos probablemente no se permitirán durante un período más largo de tiempo –según la situación actual, al menos hasta finales de agosto–.

Especialmente tales eventos demostraron ser un verdadero punto caliente para la propagación del virus hace unas semanas.

El primer ministro bávaro, Markus Söder incluso dijo con respecto al Oktoberfest de Múnich que estaba “muy, muy escéptico” sobre si podría tener lugar este año.

Las sanciones:

Las sanciones para las personas que no mantengan la distancia de seguridad mínima (2 metros) en el exterior: entre 25 y 500 euros por persona.

Las personas que no cumplan el requisito de quedarse en casa y salir solo por motivos esenciales (hacer ejercicio, ir al trabajo, al médico o a la compra esenciales): entre 10 y 100 euros.

Estar al aire libre en grupos de tres o más personas que no son parte de la misma familia o domicilio: entre 25 y 250 euros por persona.

Saltarse una orden de cuarentena doméstica tras regresar a Berlín desde el extranjero: entre 250 y 2500 euros.

Organizadores de eventos: entre 500 y 2500 euros. (Los participantes en dichos eventos deberán abonar también entre 25 y 500 euros).

Abrir al público negocios que no se encuentren entre las excepciones declaradas explícitamente: entre 1000 y 10 000 euros (por ejemplo, instalaciones deportivas, restaurantes, tiendas. Usuarios de estos establecimientos también pagarán una multa de entre 50 y 500 euros).

Alojamiento turístico: entre 1000 y 10 000 euros.

Incumplimiento de la prohibición de visitas a hospitales y residencias de tercera edad: visitantes, entre 50 y 1000 euros; propietarios, entre 250 y 2500 euros.

Autor: José Mateos Mariscal, emigrante español en Alemania.

Fotografías: Marcus Herzberg, Alex Powell, Chokniti Khongchum, Polina Tankilevitch, Polina Zimmerman, Anna Shvets, Gustavo Fring y Fauxels.