- Iniciado en 1994, el Programa de Detección Precoz de la Hipoacusia fue aprobado en 2003 por el Consejo Interterritorial del SNS quedando definitivamente implantado en todas las comunidades autónomas en 2010, ofreciéndose actualmente a todos los recién nacidos en España, generalmente en el hospital de nacimiento y antes del alta hospitalaria.
- Los efectos negativos que provoca la discapacidad auditiva únicamente pueden ser paliados mediante la aplicación de técnicas y procedimientos capaces de estimular la capacidad auditiva lo más precozmente posible aprovechando la plasticidad cerebral de los primeros años de vida y estimulando el desarrollo comunicativo y el lenguaje. Entre estos procedimientos destacan la utilización de implantes cocleares.
El Ministerio de Sanidad está trabajando, en coordinación con las comunidades autónomas, para que el Programa de Cribado Neonatal de la Hipoacusia del SNS sea incluido dentro de la oferta de cribados poblacionales de la cartera de servicios comunes de Salud Pública y se realice de acuerdo con los principios generales de la salud pública; en especial, de acuerdo al principio de equidad -garantizando el acceso de toda la población diana en condiciones de igualdad, incluyendo las poblaciones más vulnerables- y al principio de evaluación, como requisito indispensable para conocer los resultados del programa. Asimismo, el Ministerio de Sanidad ha iniciado el desarrollo de un sistema que permitirá disponer de información epidemiológica más completa y recoger los datos necesarios para realizar una evaluación anual de los resultados del Programa de Cribado Neonatal de la Hipoacusia del SNS.
El objetivo es mejorar la detección precoz, el diagnóstico y los tratamientos e intervenciones, incluyendo dentro de estas los implantes cocleares en todos los casos en los que estén indicados, así como la atención temprana para, de esta forma, ofrecer la mejor atención integral a la población infantil con hipoacusia neonatal y a sus familias. Prevención de la hipoacusia La prevención de la hipoacusia se basa en la identificación y prevención de los factores de riesgo, la detección temprana y el diagnóstico precoz y la instauración del tratamiento en los primeros meses de vida. El cribado neonatal de hipoacusia cuenta con evidencia sobre beneficios en salud y por ello forma parte de la cartera común de servicios del SNS. El objetivo general del programa de cribado neonatal de hipoacusia es la detección precoz, el diagnóstico, el tratamiento y el seguimiento de todos los recién nacidos con hipoacusia. Si bien en España este programa ya se había iniciado en 1994, fue en 2003 con la aprobación por parte del Consejo Interterritorial del SNS del Programa de detección precoz de la hipoacusia cuando se le dio el impulso definitivo para implantarlo. En 2010 finaliza su implantación en todo el territorio y actualmente se oferta a todos los recién nacidos en España, generalmente en el hospital de nacimiento y antes del alta hospitalaria. Entre 1,5 y 6 niños por cada 1.000 pueden padecer hipoacusia
La hipoacusia en recién nacidos constituye un importante problema de salud, ya que condiciona el desarrollo del lenguaje y el aprendizaje, repercutiendo en el desarrollo emocional y social del niño. La prevalencia de la hipoacusia en el recién nacido se estima entre 1,5 y 6 casos por 1.000 niños nacidos vivos (estimación de los OMS según grado de hipoacusia). En cuanto a la incidencia, se estima de 1 a 3 por 1.000 niños recién nacidos vivos para las hipoacusias congénitas permanentes, bilaterales y de intensidad moderada a profunda. Si se incluyen las hipoacusias leves y las unilaterales, la cifra aumenta al 3-5 por 1.000 niños. En recién nacidos con factores de riesgo, la incidencia de hipoacusia neurosensorial de moderada a profunda es de 10 a 20 veces mayor que en la población general.
La mayoría de las hipoacusias infantiles se manifiestan en el primer año de vida y el 80 % están presentes en el momento de nacer. La detección e intervención precoz en la hipoacusia congénita mejora los resultados en el desarrollo del lenguaje, la lectura o la comunicación. Los efectos negativos que provoca la discapacidad auditiva únicamente pueden ser paliados mediante la aplicación de técnicas y procedimientos capaces de estimular la capacidad auditiva lo más precozmente posible aprovechando la plasticidad cerebral de los primeros años de vida y estimulando el desarrollo comunicativo y el lenguaje. Entre estos procedimientos destacan la utilización de implantes cocleares.