El Hospital Universitario del Vinalopó diagnostica anualmente más de 400 casos de glaucoma, posicionándose como la segunda causa de ceguera a nivel mundial, solo superada por las cataratas. Con motivo del Día Mundial del Glaucoma, celebrado cada 12 de marzo, el servicio de oftalmología del hospital ha resaltado la importancia de la detección temprana y las revisiones periódicas para prevenir complicaciones irreversibles.
Durante el año 2024, el hospital registró un total de 437 diagnósticos de glaucoma. Este dato refleja la creciente prevalencia de la enfermedad, que se caracteriza por una pérdida progresiva del campo visual periférico. En las primeras etapas, los cambios en la visión son sutiles, lo que provoca que muchos pacientes no noten alteraciones significativas. Sin embargo, conforme avanza la enfermedad, el daño al nervio óptico se vuelve irreversible y puede conducir a la ceguera.
El doctor César Azrak, jefe del servicio de oftalmología, enfatiza: “Si el glaucoma se detecta a tiempo y se aplica el tratamiento adecuado, es posible conservar la visión y prevenir complicaciones mayores”. El tratamiento habitual se basa en el uso constante de fármacos en forma de gotas, siendo crucial que los pacientes sigan rigurosamente las recomendaciones médicas para detener la progresión de la enfermedad.
Un aspecto relevante del glaucoma es su componente hereditario. Los datos del hospital indican que aproximadamente el 10,3 % de los pacientes presenta antecedentes familiares, lo que implica que la presencia de la enfermedad en la línea directa aumenta el riesgo de que otros miembros de la familia puedan desarrollarla en el futuro.
Además, se sabe que la incidencia del glaucoma aumenta con la edad; entre un 1,5 % y un 2 % de la población de más de 40 años se ve afectada, siendo factores como la presión ocular elevada y la miopía también condicionantes importantes.
El Hospital Universitario del Vinalopó reafirma su compromiso con la salud visual de la comunidad, promoviendo campañas de concienciación y animando a la población a someterse a revisiones oftalmológicas regulares. Esta estrategia preventiva es fundamental para detectar el glaucoma en sus primeras fases y aplicar tratamientos que ayuden a preservar la calidad de vida de los pacientes.