Los antiguos molinos hidráulicos del río Vinalopó forman parte del valioso patrimonio histórico de Elche y su entorno. Entre ellos destaca el emblemático Molí del Real, ubicado en el Parque Municipal y considerado uno de los vestigios más importantes de la ingeniería hidráulica tradicional de la ciudad. Este molino harinero del siglo XVIII, restaurado en los años 80, fue alimentado por las aguas de la Acequia Mayor y se utilizó hasta mediados del siglo XX. Actualmente, está integrado en el Parque Municipal y es punto de partida de rutas como el Sendero Ambiental del Vinalopó.
A lo largo del cauce del Vinalopó, en Elche y su huerta, se localizan restos de otros molinos como el Molino de los Magros, junto al Pantano de Elche. Este molino harinero del siglo XIX fue propiedad de la familia Magro, de Crevillente, y aprovechaba las aguas de la acequia para la molienda de cereal. Aunque hoy está demolido, su entorno sigue siendo un enclave singular que permite contemplar ejemplares únicos de chopo ilicitano (Populus euphratica), árbol introducido en época árabe y del que aún sobreviven clones femeninos.
Estos elementos forman parte de un paisaje que combina valores naturales, históricos y culturales, y que se puede recorrer gracias a senderos como el que une el Parque Municipal con el Pantano de Elche. Este itinerario, de unos 14 kilómetros, incluye puentes históricos, tramos de acequia, la Palmera de los Siete Brazos y zonas de avistamiento de aves. La ruta es accesible desde el centro de Elche, lo que la convierte en una opción ideal para residentes y visitantes interesados en el patrimonio local.
Con la conservación del Molí del Real y la puesta en valor de rutas naturales, Elche recupera parte de su memoria hídrica, al tiempo que ofrece experiencias culturales vinculadas al entorno. La Acequia Mayor y el Pantano, que permitieron el riego del Palmeral y el funcionamiento de los molinos, son hoy corredores verdes que refuerzan la identidad de la ciudad.
Fotografías: OpenAi