Elche permanece alerta ante la posible llegada del dragón azul (Glaucus atlanticus), un nudibranquio marino de pequeño tamaño, muy llamativo por su color azul plateado y al mismo tiempo peligroso por la toxicidad que acumula en su organismo. Aunque hasta el momento no se ha avistado ningún ejemplar en las playas del municipio, sí se han localizado recientemente en localidades cercanas como Guardamar del Segura, Orihuela y Torrevieja, lo que ha motivado la activación de un protocolo especial de vigilancia preventiva.

El dragón azul mide entre 2 y 4 centímetros y flota sobre el mar gracias a una burbuja de aire que lo mantiene en la superficie. Su belleza lo convierte en un atractivo visual, pero puede ocasionar problemas de salud si se toca. Al alimentarse de especies urticantes, como la carabela portuguesa, concentra sus toxinas y puede causar en el ser humano desde dolor e irritación hasta mareos, vómitos o reacciones alérgicas graves.

Los socorristas y servicios de emergencias que operan en el litoral ilicitano insisten en que no debe tocarse bajo ningún concepto, ni siquiera con palas, cubos, toallas o cualquier otro objeto. Si se produce un avistamiento, la recomendación es avisar de inmediato al personal de socorrismo en la playa o al teléfono 112, para que los equipos capacitados se encarguen de su retirada de manera segura.

En caso de contacto o picadura, las autoridades sanitarias recomiendan no frotar la piel ni aplicar agua dulce, ya que esto podría empeorar los síntomas. Lo más adecuado es limpiar con agua salada o suero fisiológico, aplicar frío local con hielo en bolsa y acudir rápidamente al centro de salud más cercano.

El litoral de Elche, con más de nueve kilómetros de extensión, abarca playas muy concurridas como Arenales del Sol, El Altet, El Carabassí, El Pinet y La Marina, todas ellas dotadas de servicio de socorrismo durante el verano. Este despliegue permite una rápida reacción ante cualquier incidencia, reforzando la seguridad de bañistas y turistas.

El Ayuntamiento de Elche recuerda que, aunque la presencia del dragón azul en sus playas todavía no se ha confirmado, la vigilancia es constante y se lleva a cabo en colaboración con Cruz Roja y Policía Local. El consistorio insiste en un mensaje de tranquilidad a vecinos y visitantes: se trata de un riesgo bajo, pero controlado, siempre que se sigan las indicaciones de seguridad y se colabore con los servicios de emergencia.