La playa de La Marina ha sido este martes escenario de una de las jornadas más esperadas del año por los amantes de la naturaleza: la suelta de 36 tortugas bobas (Caretta caretta) que nacieron en el litoral ilicitano en 2024 y han pasado un año de cuidados en la Fundación Oceanogràfic de Valencia antes de regresar al Mediterráneo.
La actividad, abierta al público, reunió a vecinos, escolares del CEIP La Marina y autoridades municipales, coincidiendo con el Día Mundial del Hábitat, en un ambiente festivo y educativo que puso en valor el compromiso de Elche con la conservación marina. Entre los asistentes estuvieron el alcalde, Pablo Ruz, el concejal de Medio Ambiente, José Antonio Román, y la edil de Educación, María Bonmatí, junto a voluntarios de la Fundación Oceanogràfic.
Durante la suelta, Pablo Ruz afirmó:
“El mar no debe ser un espacio desierto, sino lleno de vida. Hoy reafirmamos el compromiso de Elche con la conservación y con el futuro de nuestras playas. La presencia de tortugas es la mejor señal de que tenemos un litoral virgen, natural y lleno de vida que debemos seguir cuidando”.
Las tortugas forman parte del programa Head Starting, impulsado por la Fundación Oceanogràfic, que busca garantizar una mayor supervivencia de las crías nacidas en las costas valencianas. Gracias a este método, los ejemplares pasan su primer año bajo supervisión veterinaria, lo que incrementa su supervivencia a más del 90%.
Beatriz Domínguez, representante de la Fundación, explicó que cada año se detectan más nidos de esta especie en la Comunidad Valenciana, destacando que “es un fenómeno esperanzador y un éxito del esfuerzo conjunto de instituciones, científicos y ciudadanía”.
El verano de 2024 fue especialmente relevante para Elche, ya que se localizaron dos nidos de tortuga boba en Arenales del Sol, consolidando al municipio como uno de los principales puntos de anidación de esta especie en la costa mediterránea.
Por su parte, el concejal de Medio Ambiente, José Antonio Román, recordó la importancia del trabajo sostenido que el Ayuntamiento lleva realizando durante años para preservar la riqueza natural del litoral:
“Elche está recogiendo los frutos del esfuerzo colectivo. Seguiremos reafirmando nuestro compromiso con el medio ambiente porque el futuro de nuestra ciudad también pasa por cuidar su entorno natural”.
La suelta de estas 36 tortugas se convierte así en un símbolo de esperanza y de compromiso ecológico para Elche, que continúa posicionándose como referente en la protección de la biodiversidad marina del sur de Alicante.
